La organización formada por diferentes empresas del sector, se encargaba de distribuir productos cárnicos en mal estado por toda España, como jamón, chorizo y salchichón.
En junio se alertaba a los consumidores desde la AECOSAN (Agencia española de Consumo, Seguridad alimentaria y Nutrición) que se abstuviesen de comer productos pertenecientes a ocho marcas de fiambres tras descubrir productos de estas marcas almacenados en el interior de dos naves en un establecimiento ubicado en Alzira que carecían de autorización sanitaria y Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos (RGSEAA), incumpliendo de esta manera con el Real Decreto 191/2011, de 18 de febrero, sobre Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos.
La organización formada por varias empresas, se encargaba de distribuir productos cárnicos en mal estado. Por una parte, no destruía el producto caducado y/o insalubre y además manipulaba la fecha de caducidad para introducirlos de nuevo en el mercado.