La Guárdia Urbana se presentó el martes 19 de marzo en un supermercado del Eixample (Barcelona), en respuesta a la denuncia de los vecinos porque el establecimiento estaba poniendo carteles en la calle de forma no autorizada.
Al acudir al local, tras realizar la inspección de las instalaciones, detectaron 1.900 alimentos no aptos para el consumo humano.
Entre los productos detectados, se encontraban alimentos que no cumplían los requisitos legales sobre etiquetado, no mostraban la información al consumidor, la ausencia de un recibo en vigor de la aseguradora de responsabilidad civil y condiciones higiénico-sanitarias muy deficientes.
La Guárdia Urbana levantó un acta de inspección con copia al Institut de Salud Alimentaria y se aplicarán las sanciones correspondientes a la Ley 17/2011, de 5 de julio, de seguridad alimentaria y nutrición.