Nolan Moitti, un niño francés de 10 años, falleció el pasado sábado víctima de la bacteria Echerichia coli que afectó en 2011 a catorce niños tras la ingesta de una hamburguesa contaminada.
Hace ocho años, una toxiinfección debido la ingesta de carne picada contaminada con E.coli distribuida por la cadena de supermercados Lidl, provocó que Nolan haya padecido durante ocho años diversas patologías hasta acabar con su vida por los daños neurológicos que estaba sufriendo.
En adultos, la mayoría de las cepas de E.coli son inofensivas o cursan con síntomas gastrointestinales, sin embargo, Echerichia coli 0157:H7 puede dar lugar al síndrome urémico hemolítico en niños pequeños relacionado con riesgo de insuficiencia renal de por vida.
En 2017, el gerente del proveedor de Lidl fue condenando por el tribunal francés a tres años de prisión y una sanción de 50.000 euros. Penalización que de ninguna manera es equiparable a los daños causados, simplemente por no haber aplicado las buenas prácticas de manipulación y los criterios microbiológicos exigidos por la normativa.