El año pasado cerca de 30 personas sufrieron intoxicación por el consumo de almeja japónica en varios restaurantes de Asturias y Cantabria, hecho que inició la investigación del SEPRONA en coordinación con Europol. Esta semana, han desarticulando la banda responsable formada por varias empresas.
La almeja procedía del marisquero furtivo en la costa de Portugal, se mezclaba con la almeja inocua. De esta manera, resultaba imposible detectar su origen mediante el sistema de trazabilidad.
En la «operación Txuspas» han sido detenidas 43 personas y se ha realizado 13 inspecciones, identificándose el incumplimiento de los requisitos legales sobre higiene para la producción de moluscos bivalvos y para la puesta en el mercado recogidos en el Reglamento (CE) n° 853/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, por el que se establecen normas específicas de higiene de los alimentos de origen animal