En Estados Unidos se han declarado 19 estados en alerta por brucelosis relacionada con el consumo de leche cruda, lo que ha llevado al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a emitir un comunicado sobre la investigación.

El consumo de leche cruda, la cual no ha sido tratada mediante pasteurización, expone a los consumidores al riesgo de padecer intoxicaciones alimentarias por la presencia de agentes patógeno.

Leche

El tratamiento térmico al que se somete la leche debe ser suficiente, por tanto hervirla no asegura la destrucción de todos los patógenos sino que únicamente reduce la carga microbiana. Mientras que la pasteurización permite destruir las bacterias como las del género Brucella responsables de la brucelosis, manteniendo las características organolépticas y el valor nutricional del producto.

La tendencia sobre el consumo de leche cruda también está presente en España. Esta semana el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, durante un concurso de ordeño bebió leche recién ordeñada directamente de la ubre y publicó en las redes sociales » De la ubre a la panza» desatando una gran polémica por los peligros asociados.

En cuanto a la normativa por la que se regula la venta de leche cruda, existe un vacío legal. Mientras que a nivel estatal, el Real Decreto 640/2006 prohíbe el suministro directo por parte del ganadero de pequeñas cantidades de leche cruda al consumidor final o a establecimientos de venta al por menor, por otra parte el Reglamento (CE) nº 853/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, por el que se establecen normas específicas de higiene de los alimentos de origen animal permite comercializar la leche siempre bajo una serie de condiciones especificadas en esta disposición. De esta manera, acogiéndose al reglamento, se aprobó en Cataluña un decreto sobre la venta directa de leche cruda de vaca.